Por Rosendo Fraga.
La Vicepresidenta confirmó su capacidad para mantener su centralidad en la política argentina, y no sólo en la “interna” del oficialismo. Su reunión con el economista Carlos Melconian -hecha pública por el entorno de Cristina Kirchner- produjo un impacto en medios políticos y económicos. El citado economista está a cargo de la elaboración de un plan para el próximo periodo de gobierno, el que hasta ahora se referenciaba con los tres precandidatos del PRO (Macri, Larreta y Bullrich). El plan fue presentado públicamente en el encuentro empresarial realizado en el Hotel Llao Llao y en la reunión del aniversario de la Asociación Empresaria Argentina (AEA). La ideología económica que representa y el empresariado que lo apoya, es contradictoria con la expresada en los discursos de la Vicepresidenta, que en junio fueron los del aniversario de YPF y el Día de la Bandera. Pero con este encuentro, Cristina Kirchner demostró su disposición a “dialogar” con los que piensan de otra manera, algo que es un cambio de actitud respecto a su característica postura. El encuentro tiene lugar después de su cuestionamiento a los movimientos sociales por el manejo de los planes. El encuentro con Melconian no es el único que ha mantenido la Vicepresidenta con economistas de esta orientación. Hasta acá, Cristina Kirchner esboza un “giro al centro”, que es una actitud inesperada para sus adversarios dentro del oficialismo, en particular el Presidente Alberto Fernández, y para la oposición.
En cuanto a la confrontación entre la Casa Rosada y la Vicepresidencia, esta se intensifica. En el ámbito de gobierno, el Presidente sigue cediendo posiciones. El reemplazo en la Dirección de Aduanas de una funcionaria de la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, por un funcionario que responde a Sergio Massa, es otra pérdida para el Presidente tras la salida de Matías Kulfas del Gobierno. Las medidas anunciadas para endurecer el cepo cambiario parecen una respuesta a las críticas públicas de Cristina. Los 17 gobernadores oficialistas que se reunieron en Chaco, coordinados por el gobernador Capitanich -hoy el más próximo a la Vicepresidenta-, reclamaron al Gobierno nacional respuestas en materia de inflación y asistencia social -coincidiendo con Cristina en la crítica a la administración de los planes por parte de los movimientos sociales-, y mostraron su proximidad política con la Vicepresidenta en la pugna interna dentro del Gobierno. Por su parte, estos movimientos, y en particular el “Evita”, son el sostén político más importante del Presidente, dando marco y apoyo a sus actos. Pero la Vicepresidenta, mirando hacia el futuro, otorga prioridad a lo que suceda en Brasil el 2 y 30 de octubre, cuando el ex Presidente Lula será probablemente electo en primera o segunda vuelta. Este retorno sería utilizado por ella para insinuar una eventual candidatura, para lo cual contará con el apoyo del ex Presidente brasileño.
Pero la dinámica social se acelera por el deterioro de la situación económico-social, que acentúa la inflación y que en junio volvería a ubicarse por encima del 5%. Los sindicatos, reunidos en la CGT que representa a los trabajadores formales -su salario duplica al promedio de los informales-, negocian paritarias por encima del 60%, buscando atenuar la pérdida que genera la inflación. Frente a ello, los salarios informales y los subsidios sociales están perdiendo más poder adquisitivo. Las protestas en las calles se incrementan en frecuencia y magnitud. Los movimientos sociales oficialistas las llevan adelante con consignas contra el Fondo Monetario Internacional -pese a que sigue mostrando una actitud flexible frente al cumplimiento de las metas por parte de Argentina- y extendiendo sus movilizaciones hacia el interior del país. A su vez, los opositores, liderados por fuerzas trotskistas como el PO -de buena relación con el Ministerio de Desarrollo Social-, avanzan en adquirir más disciplina y organización y también se extienden al interior. Esta situación preocupa a gobernadores e intendentes, que así se acercan a la Vicepresidenta en su reclamo respecto al control de los planes sociales. Mientras tanto, en el Congreso, el oficialismo intentará esta semana avanzar con el proyecto de ampliación de la Corte -que apoya la liga de gobernadores oficialistas que se reunió en Chaco- y en aprobar definitivamente el proyecto que alivia la carga impositiva de cuentapropistas y autónomos, que alcanza a 4 millones de personas. Sería la segunda ley sancionada en lo que va del año. En cuanto a la Justicia, la Corte ha reforzado su posición contra el kirchnerismo en las causas que afectan a Cristina y su familia.
En la oposición, la competencia interna en torno a las candidaturas sigue concentrando atención y esfuerzos por encima de la realidad sociopolítica cotidiana. La candidatura del ex Presidente Mauricio Macri parece crecer. Su competencia con el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se hace cada vez más evidente. Patricia Bullrich mantiene sus aspiraciones pero se alinea con Macri, que hasta ahora la apoya. La provincia de Buenos Aires pone en evidencia esta pugna y también la disputa por la candidatura a la Jefatura de Gobierno Porteño. La designación de Jorge Macri como ministro de gobierno de la misma fue en su momento un acuerdo entre Mauricio Macri y Larreta. Pero en política no hay nada definitivo. En la estrategia del ex Presidente, un eventual triunfo de Donald Trump en las legislativas estadounidenses de noviembre, sería un hecho favorable a su estrategia de retornar al poder. El radicalismo, a su vez, sostiene en la Ciudad de Buenos Aires la candidatura de Martín Lousteau, y se ordena en la provincia de Buenos Aires para presentar un candidato propio a gobernador. Frente al ofrecimiento a Facundo Manes, éste lo rechaza, ratificando su decisión de competir por la Presidencia. Por su parte, Elisa Carrió trata de mantener vigencia política, alejándose de las candidaturas, pero al mismo tiempo acercándose a Larreta y el radicalismo. Los traspiés de Javier Milei han quitado presión a la lucha interna de Juntos por el Cambio. Pero a un año de la definición de las candidaturas (junio de 2023), el economista libertario devenido en candidato presidencial tiene tiempo tanto de persistir en sus errores, como de corregirlos.
En conclusión: la crítica a los movimientos sociales y la reunión con Melconian permiten a Cristina Kirchner reforzar su “centralidad” en la política; su pugna con la Casa Rosada continúa, provocando cambios en el elenco de gobierno y buscando la cercanía de los gobernadores en la discusión por los subsidios sociales; la tensión social crece y los movimientos sociales, tanto oficialistas como opositores, aumentan la frecuencia e intensidad de sus movilizaciones frente a la alta inflación; por último, en la oposición, la pugna por las candidaturas sigue siendo central, creciendo el rol del ex Presidente Macri, quien de hecho está compitiendo con Larreta por la Presidencia.