Los tres ejes del conflicto de Occidente: Rusia, China e Irán

Por Rosendo Fraga.

La tensión geopolítica internacional muestra tres centros de conflicto: Rusia, China e Irán. Estados Unidos y sus aliados enfrentan así tensiones y conflictos simultáneos, que llevan a sus adversarios a presionar en forma conjunta, aunque no necesariamente coordinada. Comenzando por la primera, Ucrania es el centro del conflicto. Rusia amenaza con intervenir militarmente este país -tiene 100.000 hombres desplegados en la frontera- si la OTAN no da “garantías jurídicas” de que no se ampliará a las ex Repúblicas Soviéticas que no la integran, y que serán retirados los misiles de los países de la OTAN de Europa Central y Oriental que apunten al territorio ruso. Estados Unidos, por su parte, se niega a someter las incorporaciones a la OTAN a la autorización de Moscú. Rusia no ha descartado el uso del instrumento militar si el conflicto no se soluciona. Por su parte, Estados Unidos ha anunciado que la reacción si las fuerzas rusas entran en territorio ucraniano -incluída la parte secesionista que se proclama parte de rusia-, excluirá a las finanzas de Rusia de los organismos y circuitos internacionales, suspenderá la exportación de insumos para las industrias tecnológicas y militares de Rusia, y apoyará a Ucrania en una guerra “asimétrica” contra las tropas de Moscú. Sería una respuesta más dura y contundente que la que dio Obama en 2014, frente a la ocupación rusa de la península de Crimea y la secesión del este ucraniano. El lunes 10 de enero se iniciaron conversaciones bilaterales entre Estados Unidos y Rusia en Ginebra, a nivel de los números dos de Relaciones Exteriores. Luego tiene lugar el diálogo entre Rusia y la OTAN, en base a un mecanismo preexistente. Finalmente, se reunirán los representantes de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea (OSCE), que reúne más de medio centenar de países de la Alianza Atlántica y su periferia. 

En las últimas semanas han tenido lugar nuevas manifestaciones de una alianza de hecho entre Rusia y China frente a Estados Unidos. En este caso, el centro del conflicto es Taiwán, a la que Beijing reclama como parte de su territorio. Pero en los hechos, la represión que lleva adelante el régimen chino contra la oposición en Hong Kong y contra los uigures de Xinjiang, son el reclamo inmediato de Estados Unidos y sus aliados. Este es el argumento por el cual Estados Unidos propone que no concurran delegaciones gubernamentales a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing, que tendrá lugar el 4 de febrero. China y Rusia sienten una amenaza común: el despliegue militar de los Estados Unidos en torno a sus amplias fronteras. En el caso ruso, es claro y está expuesto: la incorporación a la OTAN de las ex Repúblicas Soviéticas y el emplazamiento de misiles de Estados Unidos que apuntan a su territorio. En el caso de China, se trata de la presencia naval estadounidense en los mares Sur y Oriental de la potencia asiática, en función de sus alianzas con Japón y Corea del Sur, y las que está articulando en el Indopacífico, como el Grupo QUAD y el AUKUS. Mientras Rusia, que tiene un PBI menor al de Inglaterra o Francia, utiliza el instrumento militar como su principal arma en el conflicto, China da prioridad al tecnológico y el económico. La amplia frontera entre Rusia y China se ha transformado en una “zona segura” para ambas potencias, cuando viven momentos de tensión con Estados Unidos y sus aliados.

En este marco, Irán aprovecha la situación para escalar su propio conflicto con Estados Unidos y sus aliados regionales. En este caso, se trata del avance del plan nuclear iraní, en paralelo a las demoras en la renegociación del acuerdo para poner su plan nuclear bajo supervisión internacional firmado en 2015 por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania. Trump lo abandonó y Biden intenta retornar a él. Expertos internacionales y analistas de inteligencia temen que el acceso iraní al arma nuclear aparezca sorpresivamente, como sucedió con India y Pakistán. Esta situación pondría a Estados Unidos y sus aliados en un conflicto en tres frentes: Europa, Asia y Medio Oriente. Sería un conflicto que involucra a tres adversarios de Occidente que tendrían el arma nuclear. Cabe recordar que en 2021, Irán se incorporó al Grupo de Shanghai que, liderado por Moscú y Beijing, trata los temas de seguridad regional. El 3 de enero, el gobierno iraní -conducido por el sector radicalizado del régimen- anunció represalias contra 52 funcionarios y ex funcionarios estadounidenses, acusándolos de haber participado en la eliminación del jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Republicana (su grupo militar de élite), por parte de Estados Unidos. Integran la lista el ex Presidente Trump y su ex Secretario de Estado, Mike Pompeo y el ex Secretario de Defensa, Mike Esper. Pero también la integran funcionarios en actividad, como el Jefe del Estado Mayor Conjunto, General Milley. Estados Unidos, a través del Secretario de Estado Antony Blinken, anunció que su país no va a permanecer pasivo frente a esta amenaza.

Pero este conflicto entre Occidente y Oriente con tres ejes, desata otros en la periferia de los mismos. En Asia, Corea del Norte, en lo que va del año, realizó dos lanzamientos de misiles sobre el mar de Japón. El primero, según el régimen norcoreano, fue un misil “hipersónico” (cualidad de la que algunos expertos dudan), como el que probó China en el último trimestre del año pasado. Sobre el segundo lanzamiento no hubo información precisa. Los aliados de Estados Unidos en la región, liderados por Japón, condenaron los lanzamientos y anunciaron ejercicios militares como respuesta. En el entorno de Rusia, se produjo una insurrección popular en Kazajistán, una ex República Soviética que es aliado militar de Moscú. Si bien el aumento de los precios de la energía fue el desencadenante, no cabe duda que este hecho juega a favor de Estados Unidos y sus aliados, en momentos de fuerte tensión con Rusia. Este país lidera la alianza militar denominada Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OSTC), que integra con Bielorrusia, Kirguistán y Tayikistán, Armenia, además de Kazajistán (todas ex Repúblicas Soviéticas). Hoy están desplegadas tropas rusas, denominadas “pacificadores”, en Bielorrusia, Armenia y Kazajistán. En el último caso, ya se anunció el repliegue tras la estabilización del gobierno kazajo. En cuanto a Irán, su plan nuclear es motivo de preocupación para sus adversarios regionales: Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos e Israel. Paralelamente, Irán está buscando desestabilizar al gobierno iraquí, apoyado por Estados Unidos.

En conclusión: Rusia y la OTAN constituyen el eje del conflicto estratégico más relevante en lo inmediato y Ucrania es su teatro de operaciones; el segundo es entre China y Estados Unidos y tiene por ámbito Taiwán: se trata del más trascendente pero sin la inmediatez del anterior; Irán escala simultáneamente sus conflictos con Estados Unidos y sus aliados en torno a su plan nuclear, conformando un tercer eje de conflicto; por último, esta situación hace escalar conflictos periféricos, como el caso de la insurrección en Kazajistán, los lanzamientos de misiles por parte de Corea del Norte y la preocupación que genera el desarrollo nuclear iraní.

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