Por Rosendo Fraga.
Aunque sea sólo una elección de medio mandato, la que tendrá lugar en Estados Unidos el 8 de noviembre de 2022, tendrá influencia global. Se renueva la totalidad de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y dos tercios de los gobernadores. La mayoría de los demócratas en las dos Cámaras se pondrá a prueba, especialmente en la Cámara Alta, donde tiene la mayoría por solo un legislador. En Estados Unidos, la elección de medio mandato no anticipa el resultado de la presidencial. Es normal que un oficialismo pierda esta elección y después gane la presidencial. Pero el resultado será importante para medir el grado de polarización político-ideológica que está viviendo el país y el vigor que mantiene el liderazgo de Donald Trump en el Partido Republicano. Las elecciones locales que se han realizado, así como las encuestas, muestran que el ex Presidente mantiene el apoyo de un tercio de la población y que si se presentara a la reelección, ganaría las primarias. Además, el desgaste del Presidente Biden durante su primer año de gobierno ha sido grande, tanto por razones de política exterior, como por la economía, y en particular por la inflación. El Partido Demócrata se encuentra dividido, con un ala moderada que responde al Presidente, y una radicalizada que lo cuestiona. Un eventual triunfo republicano profundizaría la polarización político-ideológico que vive el país y ello fortalecería a las expresiones políticas análogas, tanto en Europa como en América Latina.
En Europa, la elección presidencial francesa, cuya primera vuelta se realiza el 10 de abril y la segunda dos semanas después, muestra un fuerte debilitamiento de los partidos tradicionales. El Presidente Emmanuel Macron va por su reelección, que prevé en la segunda vuelta enfrentar a un candidato de ultraderecha y de esta manera tendría la oportunidad de captar el voto de izquierda desde su posición de centro. Los últimos sondeos muestran que Macron tiene el primer lugar en las preferencias, pero lejos de alcanzar el 50% requerido para ganar en primera vuelta. El segundo lugar parece estar en el nuevo candidato de ultraderecha y fuertemente antiislámico, Zemmour, que ha irrumpido rápidamente en la escena política desde los medios de comunicación. Pone en duda el segundo lugar de Marie Le Pen, quien desde hace dos décadas ha ocupado este espacio político-ideológico. El cuarto lugar lo tiene la derecha tradicional, los republicanos, que han elegido como candidata a Valérie Pécresse. Hasta acá se observa un electorado corrido hacia la derecha. Los socialdemócratas, verdes y la izquierda se ubican por debajo y constituyen el electorado que Macron espera captar en la segunda vuelta. El nuevo Presidente francés tendrá que convivir políticamente con el nuevo Jefe de Gobierno alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, situación que no será fácil si un candidato de ultraderecha se impone en la segunda vuelta de la elección francesa.
En el resto de Europa Occidental tendrán lugar elecciones de diverso tipo, que mostrarán el grado de debilitamiento relativo de las fuerzas políticas tradicionales: los democristianos y los socialdemócratas. El 30 de enero se realiza la elección parlamentaria en Portugal, que definirá el gobierno nacional. Se eligen los 230 escaños que definirán quién será el nuevo gobierno. El primer ministro socialista António Costa, que viene gobernando al frente de una coalición de centroizquierda que logró estabilizar la economía, aspira a continuar en el poder. El centroderecha ganó la última elección para Presidente, un cargo simbólico con poco poder. En Portugal, la estructura política tradicional se mantiene relativamente sólida. En los Balcanes habrán elecciones generales y presidenciales en Serbia (3 de abril), parlamentarias en Eslovenia (24 de abril) y presidenciales en Bosnia y Herzegovina (2 de octubre). En los países nórdicos se realiza la elección parlamentaria sueca el 11 de septiembre y en los Bálticos la parlamentaria de Letonia el 1° de octubre. Con fecha aún por definir, también habrá elecciones en Austria (presidencial), Bielorrusia (referéndum), Hungría (parlamentaria y referéndum), Malta (parlamentaria) y Eslovenia (presidencial). En cuanto a las elecciones indirectas, se elegirá en enero Presidente en Italia y en febrero en Alemania, mientras que la elección indirecta de presidente en Albania y Hungría todavía no tiene fecha definida.
Fuera de Occidente, tendrán lugar elecciones en Asia, África y Oceanía. La India es el electorado más grande del mundo. En 2022 realizará una serie de elecciones aún sin fecha definida, que incluye la elección de Presidente, la de Vicepresidente, legislativas nacionales y regionales en siete estados. Japón, gobernado por un partido de centroderecha, el PDL, es la tercera economía del mundo y tendrá elecciones legislativas el 25 de julio. Se renovarán 124 de los 245 escaños. En Corea del Sur tendrán lugar elecciones presidenciales el 9 de marzo y en Filipinas el 9 de mayo, que se harán conjuntamente con las legislativas. En un contexto de fuerte controversia con Beijing, el 27 de marzo Hong Kong elegirá nuevo gobernador. En el Cercano Oriente, el 17 de marzo se realizan elecciones parlamentarias en El Líbano. En África se realizan numerosas elecciones: Malí (27 de febrero, presidencial y parlamentaria) y Kenia (9 de agosto, presidencial y legislativa). En cuanto a las elecciones que todavía no tienen fecha en África, están las presidenciales en Angola, Somalilandia y Libia, y las parlamentarias en Chad, República Democrática del Congo, Gambia, Santo Tomé y Príncipe, Senegal y Túnez. En Oceanía, tendrán lugar las elecciones a la Cámara de Representantes y el Senado en Australia, con fecha tentativa para el 21 de mayo o antes. Se renovará la totalidad de la Cámara Baja y 40 de los 76 senadores. Respecto al resto de Oceanía, habrá elecciones parlamentarias en Fiji y Papua Nueva Guinea, aún sin fecha.
En conclusión: a pesar de ser sólo una elección de medio mandato, la legislativa estadounidense de noviembre tendrá una influencia mundial y determinará el grado de polarización político-ideológica que vive EEUU; la primera vuelta de la presidencial francesa evidenciará el debilitamiento de los partidos tradicionales y el surgimiento de la extrema derecha, que deberá disputar con Macron una eventual segunda vuelta; las elecciones en Portugal, Hungría, Austria y otros tres países de los Balcanes también mostrarán el debilitamiento de las estructuras políticas tradicionales, especialmente democristianos y socialdemócratas; por último, fuera de Occidente, también habrá elecciones en India (el electorado más grande del mundo), Japón (la tercera economía global), Corea del Sur, otros 11 países de África y Australia.