Por Rosendo Fraga.
El 30 y 31 de octubre se realiza en Roma la Cumbre anual del G20 y tanto el Presidente de China como el de Rusia, han anunciado que no participarán en forma presencial. Los dos argumentaron que la pandemia era la causa de su ausencia. Mario Draghi, el Jefe de Gobierno del país anfitrión (Italia), habló con Putin para ver si podía revisar su decisión, pero no lo consiguió. Por su parte, la diplomacia china sostuvo que medidas de seguridad derivadas de la pandemia motivan la ausencia. La decisión de los dos Presidentes ya se había anticipado en septiembre, en una reunión preparatoria realizada en Florencia. Cabe mencionar que Xi no ha viajado fuera del país desde enero de 2020, manteniendo los contactos con sus colegas del mundo a través de llamadas telefónicas y encuentros virtuales. Xi y Putin tampoco participaron en forma virtual del encuentro convocado por Draghi en septiembre para tratar la crisis de Afganistán. Los dos delegaron la participación a funcionarios de segundo nivel. Ya en junio, en la primera reunión preparatoria de esta Cumbre (que fue presencial), el canciller chino no concurrió. La percepción en la diplomacia occidental es que ambos líderes eluden encontrarse con sus pares de Occidente, en momentos de tensión global. De esta Cumbre participan 19 países y la Unión Europea.
En la Conferencia Mundial sobre el Clima (COP26), que tendrá lugar en Glasgow (Escocia) entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre, tampoco participarán presencialmente Xi y Putin. La “geopolítica del cambio climático” será el tema central de este encuentro. Se discutirá el informe de la organización británica Carbon Brief, que determina la contribución de cada país al calentamiento global desde 1850, año en el que se ubica el inicio de la Revolución Industrial. El primer lugar lo tiene Estados Unidos, que ha emitido más de 509 gigatoneladas, lo cual equivale a 509.000 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). Esto implica el 20% de las emisiones acumuladas desde 1850. Le siguen China, con 11%, y Rusia, con 7%. Las tres potencias militares globales coinciden así con los tres países que más contribuyen a la contaminación. Después se ubican las economías más desarrolladas de Occidente, pero no se incluyen los efectos de la deforestación que produjeron en sus colonias. La India es el séptimo país por su contribución a los efectos negativos sobre el cambio climático, y hasta mediados del Siglo XX fue colonia británica. Algo similar puede plantearse respecto a Sudáfrica, que está en el puesto 16 y se independizó en 1961. De América Latina, Brasil, con 16 gigatoneladas, está muy por debajo de los países de Europa Occidental, pero si se incorpora el efecto de la deforestación, pasa al 4° lugar, con el 5% de la emisión de combustibles fósiles.
La Cumbre de la APEC, organizada por Nueva Zelanda, se realizará virtualmente del 11 al 13 de noviembre. Se trata del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), constituido en 1989. Este grupo está integrado por Australia, Brunéi, Canadá, Indonesia, Hong Kong, Japón, Corea del Sur, Malasia, Nueva Zelanda, Filipinas, Singapur, Tailandia, Estados Unidos, China, México, Papúa Nueva Guinea, Chile, Perú, Taiwán, Rusia y Vietnam. Estos 21 países representan el 38% de la población global, el 61% del PBI mundial y el 47% del comercio internacional. En la última reunión de ministros de Economía y Finanzas de la APEC, realizada a fines de octubre, se acordó intensificar los esfuerzos para aumentar la fabricación y suministro de vacunas contra el Covid-19, y a su vez apoyar su intercambio global. En ese sentido, acordaron mantener la estabilidad macroeconómica y financiera y abstenerse de devaluaciones competitivas del tipo de cambio. Según el ministro de Finanzas y viceprimer ministro de Nueva Zelanda, Grant Robertson, la pandemia “ha provocado un rápido aumento de la deuda pública y las demandas de nuevos gastos continúan creciendo a medida que nos recuperamos” y señaló la necesidad de “usar nuestros recursos de manera efectiva”. Respecto a las próximas cumbres, la Vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, anunció que su país se postulará como anfitrión para la cumbre de 2023 (el año próximo será en Tailandia). En el anuncio, Harris destacó que el Sudeste Asiático es el cuarto mercado más importante para las exportaciones estadounidenses, y que el comercio con esta región genera más de 600.000 empleos en Estados Unidos.
El Presidente Biden ha convocado para diciembre a una “cumbre democrática” a sus colegas, en lo que es interpretado como una acción para contener el avance global de China. La reunión virtual será del 9 al 10 de diciembre y están convocados líderes políticos, representantes de la sociedad civil y del mundo económico “de un diverso grupo de países democráticos”, según la Casa Blanca. De la convocatoria han sido excluidos países del G20 como China, Rusia y Arabia Saudita. El gobierno estadounidense describió la cumbre como “una oportunidad para los líderes mundiales de escucharse unos a otros y a sus ciudadanos, compartir éxitos, impulsar la colaboración internacional y hablar de manera honesta de los desafíos de la democracia en el mundo”. En su gira europea de junio, el Presidente estadounidense había propuesto a los líderes del G7 -integrado por las economías más grandes con sistemas democráticos- en delinear un plan que rivalizara con el proyecto de la Nueva Ruta de la Seda, que lleva adelante China en el ámbito de la infraestructura global. En la Cumbre de la OTAN, realizada a mediados de año y de la que participó Biden, explicitó la necesidad de considerar a China una amenaza para la estabilidad global. En estas reuniones se hizo evidente que el objetivo de Biden es liderar a los países democráticos contra los autoritarios, liderados por China y Rusia.
En conclusión: la Cumbre del G20 se reúne en Roma en los últimos días de octubre en forma presencial, pero los Presidentes de China y Rusia lo harán virtualmente, señal de que su relación con Occidente es tensa; la Cumbre Climática que tendrá lugar en Glasgow la primera quincena de noviembre, podrá avanzar en la toma de conciencia de los riesgos del medio ambiente, pero difícilmente derive en medidas concretas; la Cumbre de la APEC, que tiene lugar a mediados de noviembre, estará centrada en las perspectivas del Covid-19 y la necesidad de mantener los equilibrios macroeconómicos; por último, la Cumbre de países democráticos convocada por Biden será virtual y su objetivo es avanzar en la recomposición de las relaciones con Europa, debilitadas por hechos como el AUKUS y Afganistán.