La región, entre protestas y tensiones

Por Rosendo Fraga.

Bolivia enfrenta fuertes protestas, con la oposición denunciando persecución política, cuando el Presidente Luis Arce se apresta a cumplir un año de gobierno. El epicentro es Santa Cruz de la Sierra, cuyo gobernador, Luis Fernando Camacho, lideró el paro y las marchas que derivaron en la salida de Evo Morales del poder en 2019. El líder opositor -que también reclama la libertad de la ex Presidente Yeanine Áñez- había sido citado a La Paz, la capital del país, para declarar por las acusaciones en su contra en su rol en las protestas que precipitaron la salida de Evo. Pero finalmente la Fiscalía decidió postergar sin fecha la citación, quizás temiendo que esta se transformara en el desencadenante de nuevas protestas. El Departamento de Santa Cruz siempre ha sido fuertemente opositor a Evo Morales y constituye un eje con Iván Arias, alcalde de La Paz, y Manfred Reyes Villa, de Cochabamba, también amenazado por un proceso impulsado por el Gobierno que podría dejarlo fuera de la Alcaldía a 100 días de haber asumido. Pero ninguno de los tres es un líder realmente nacional, con lo cual subyace una situación de cierta fragmentación en el campo opositor. Pero una situación similar se da en el MAS, el partido de gobierno. Desde que asumió el Gobierno, Arce, un partidario del orden fiscal y monetario que dirigió el Banco Central Boliviano en anteriores gobiernos de Morales, se ha ido deslizando hacia el centro, alejándose de los postulados del “Socialismo Comunitario” de Evo. El Vicepresidente, David Choquehuanca, representa una línea más indigenista, que se diferencia tanto de Arce como de Evo. 

En Perú, el cambio en el equipo de Gobierno realizado por el Presidente Pedro Castillo, no termina de resolver las dudas e incertidumbres que despierta su gestión. Removió al Jefe de Gabinete, Guido Bellido, que era el ala dura de su Gobierno y representante de los sectores más ortodoxos del partido Perú Libre (de orientación marxista-leninista) que lo llevó al poder. El ahora ex Jefe de Gabinete tenía mala relación con la oposición que domina el Congreso, y con varios de sus colegas. Era el vocero en el Gobierno de Vladimir Cerrón, el líder del partido que eligió a Castillo como candidato. La nueva Jefa de Gabinete es Mirtha Faz, de la fuerza de izquierda Frente Amplio, defensora de los Derechos Humanos y experta legisladora. Pero se mantiene como ministro del Interior a Luis Barranzuela, que fue abogado de Vladimir Cerrón. El ministro pasó más de 27 años como oficial de la Policía Nacional y acumuló 150 sanciones, que no lo hacen confiable para las fuerzas de seguridad y policiales que ahora comanda. La gobernabilidad exige acuerdos con la oposición que seguramente la nueva Jefa de Gabinete intentará, pero que resulta incierto si lo logrará. Cabe recordar que en 2018, el Presidente Pedro Pablo Kuczinski, tuvo que abandonar precipitadamente el poder al ser destituido por el Congreso. Algo similar le sucedió a su sucesor, Martín Vizcarra, y luego a Manuel Merino, que lo reemplazó en 2020. Hasta ahora, Castillo no parece lograr alejarse de la fragilidad de sus predecesores.

En Chile, el crecimiento del candidato de la extrema derecha genera sorpresa e incertidumbre hacia el futuro. Se trata de Antonio Kast, quien afirma que “si Pinochet estuviera vivo, votaría por mí”. No es una figura nueva en la política chilena. Se presentó como candidato a las elecciones de 2017, en las que obtuvo el 8% de los votos. Tiene un discurso centrado en el neoliberalismo extremo, la anti-inmigración y oposición al aborto y el matrimonio homosexual. Según un último sondeo de la empresa Criteria, Kast subió de 9 a 17% en el último mes, superando a Sebastián Sichel, el candidato de centroderecha que tiene el respaldo del Presidente Piñera y los partidos tradicionales de esta orientación. El candidato del sector moderado de las protestas que estallaron en 2019, Gabriel Boric, sigue en el primer lugar con el 26%. En el cuarto lugar, con el 11%, está Yasna Provoste, ex ministra de Michelle Bachelet. La primera vuelta de la elección presidencial se realizará el 21 de noviembre y la segunda -que hoy se considera inevitable- será el 19 de diciembre. Kast se pronuncia públicamente a favor de Donald Trump, Marie Le Pen y Jair Bolsonaro; propone crear una “coordinación internacional anti radicales de izquierda” y se manifiesta a favor de militarizar la zona de la Araucanía, tensionada por los conflictos violentos con la etnia mapuche. En caso de ser elegido, el candidato de la ultraderecha propone bajar los impuestos a las empresas un 17%. Sobre Boric dijo que “representa a todas las democracias fallidas de Latinoamérica”. También pidió una “investigación urgente” por la filtración de los Pandora Papers, que afectan al Presidente Sebastián Piñera.

Mientras se percibe fuerte tensión política en la región andina, tuvieron lugar elecciones municipales en Paraguay, un país del Mercosur. Los resultados son analizados como el inicio de las estrategias de las diferentes fuerzas políticas para negociar listas y alianzas con vistas a la presidencial de 2023. El oficialista Partido Colorado retuvo la intendencia de Asunción, la capital y primera ciudad del país, con el triunfo de Oscar Rodríguez, pero perdió en Ciudad del Este (la segunda), donde presentaba a Ulises Quintana, un candidato que estuvo preso por narcotráfico y detenido en una cárcel militar. En esta ciudad fronteriza con Brasil y Argentina, ganó el candidato independiente Miguel Prieto con el 62% de los votos. Ocupaba la intendencia desde 2019, tras ganar en elecciones anticipadas luego de la destitución de la intendente Sandra MacLeod, del Partido Colorado, investigada por corrupción. En Asunción, el segundo lugar lo obtuvo Eduardo Nakayama, candidato de una alianza encabezada por el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), el principal de la oposición. Votó el 60% del padrón y los resultados se conocieron a las pocas horas, dado el sistema de voto electrónico que usa Paraguay, tomado del modelo brasileño. Durante la campaña se percibió una violencia inusual, con media docena de candidatos asesinados. Estos resultados hacen prever que el Partido Colorado será la primera opción para 2023, secundado por el Partido Liberal, como ha sido tradicionalmente en Paraguay. También confirma la desarticulación del espacio progresista que en el pasado llevó a la Presidencia del país al ex obispo Lugo.

En conclusión: a pocas semanas de cumplir un año en el poder, el presidente boliviano, Luis Arce, enfrenta duras protestas de la oposición, lideradas por Luis Camacho, que gobierna Santa Cruz de la Sierra; el cambio del Jefe de Gabinete del gobierno peruano dispuesto por el Presidente Pedro Castillo, implica un giro al centro, pero que no termina de resolver la dificultad de gobernabilidad planteada; la llegada del candidato de ultraderecha, José Antonio Kast, que se identifica con Trump, Le Pen y Bolsonaro, al segundo lugar, plantea la creciente polarización de la política chilena; por último, las municipales de Paraguay muestran para la presidencial de 2023 el predominio del tradicional Partido Colorado, desafiado por el Liberal, y la desarticulación del espacio progresista que llevó al poder a Lugo.

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