Por Rosendo Fraga.
En el oficialismo se profundizan las diferencias internas y se genera cierta confusión. El presidente mantiene su intención de ser reelecto. Su idea es que sin ser candidata Cristina y con varios candidatos en las PASO, él puede ganarlas. El kirchnerismo, por su parte, sigue cuestionando la candidatura a la reelección del presidente, presionándolo para que la deponga. La nominación de la vicepresidenta se mantiene en la incertidumbre. El 11 de marzo, al cumplirse el 50° aniversario del triunfo de Cámpora, el kirchnerismo realizará un acto en Avellaneda para pedirle a Cristina que sea candidata. El nuevo Jefe de Gabinete, Agustín Rossi, intenta mantener unido al oficialismo. Para ello asume que Cristina está proscripta -de hecho, aunque no de derecho- y dice que es ella quien debe resolver si será o no candidata. En los gobernadores, intendentes, la CGT y los movimientos sociales, crece la idea de que Alberto, Cristina y Sergio Massa deben definir rápidamente si van a postularse. Mientras tanto, surgen opciones como la de Daniel Scioli y Juan Grabois. En cuanto al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que ha impulsado la escisión del oficialismo en el Senado, no está claro si está decidido a ser candidato, ya sea por dentro o por fuera del Frente de Todos. El ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro -el miembro del Gabinete más próximo a Cristina-, cuestionó al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, por no impulsar la investigación del atentado a la vicepresidenta.
El lanzamiento de la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta profundizó la división y los conflictos dentro de Juntos por el Cambio. El Jefe de Gobierno porteño hizo su lanzamiento contra la “grieta”, acusando a los “halcones” del PRO de usarla para estafar a los ciudadanos. También los criticó por “odiadores seriales”, usando una terminología de los gobiernos populistas de izquierda -todos los dictadores latinoamericanos han sancionado “leyes del odio” para silenciar a los medios opositores-. Recibió una dura réplica de su contendiente Patricia Bullrich. Pero lo más relevante fue que Mauricio Macri adoptó en simultáneo una serie de actitudes para aislar políticamente a su ex Jefe de Gabinete porteño. El mismo día del lanzamiento, él acompañó a María Eugenia Vidal en la inauguración de su búnker en la Ciudad de Buenos Aires. Ha puesto a su ex secretario, Darío Nieto, para que integre el equipo de Vidal y le ha indicado a ésta que coincida con Bullrich en la Fiesta de la Vendimia. Hernán Lombardi, que integra el equipo de la ex ministra de Seguridad por indicación de Macri, cuestionó el lanzamiento de Larreta contra la grieta. El ex presidente recibió a su primo Jorge -ministro de gobierno en CABA-, dándole un apoyo para su eventual candidatura a la Jefatura de Gobierno porteña. Por su parte, dijo que su primo Mauricio no buscaría su reelección. Pero es un tema que no parece resuelto. A su vez, el radicalismo, buscando acentuar su protagonismo, anunció que Gerardo Morales, el titular del partido, se lanzará como candidato a presidente el próximo 15 de marzo. Al mismo tiempo, el dirigente radical atacó a los opositores a Larreta dentro del PRO.
El Congreso será esta semana el centro de atención política por la reunión de la Cámara de Diputados y el discurso de inauguración de sesiones ordinarias del presidente. Las extraordinarias, convocadas por el Ejecutivo, aprobaron su primer proyecto en su último día, la moratoria previsional, lo que no se había logrado en diciembre, enero y febrero. El oficialismo se impuso con 134 votos, incluidos los tres diputados nacionales del gobernador Schiaretti. Pero la división en el bloque de senadores implica que el oficialismo ahora no tiene mayoría en ninguna de las dos Cámaras. Los cinco senadores escindidos dejan al oficialismo con sólo 31 legisladores frente a 33 de Juntos por el Cambio. En Diputados se teme alguna escisión semejante. Esto implica que se proyecta para el año en curso un Congreso con baja o nula actividad. Pero el peronismo siempre mantiene abierta la posibilidad de negociación dentro de sí mismo. En términos políticos, tendrá lugar un forzado reencuentro entre el presidente y la vicepresidenta. Finalmente concurrirán también el presidente y vicepresidente de la Corte, pese al juicio político. La semana que se inicia el 6 de marzo se tomarán nuevos testimonios a testigos presentados por el oficialismo, cuando la oposición analiza dejar de concurrir al juicio. También en dicha semana se conocerán los fundamentos de la condena en primera instancia a la vicepresidenta en la llamada “Causa Vialidad”. Esta situación, con una Corte enfrentada con el Ejecutivo y el Congreso, el presidente en pugna con la vicepresidenta, y un Congreso donde nadie tiene mayoría, no es el mejor escenario para el ministro Sergio Massa, en momentos en que la inflación de febrero y marzo se proyecta de manera desfavorable para sus objetivos.
El lanzamiento de Larreta alienta a quienes piensan que si se enfrenta a un candidato moderado del oficialismo, como sería Sergio Massa, podría generarse un eje de gobernabilidad para el periodo 2023-2027. Se asume que la llamada “grieta” complica la gobernabilidad. Una opción entre dos políticos moderados, pragmáticos y con buena relación entre sí -aunque el Jefe de Gobierno porteño criticó al ministro de Economía para no perder espacio en la interna del PRO-, podría generar un marco de concertación que represente al 70% del electorado. Esta idea incluso interpreta que no es tan relevante quién de ellos sea el presidente o el jefe de la oposición. Lo que importa es que ambos ocupen simultáneamente estas dos posiciones. Se trata de una idea atractiva para los mercados pero que parece de difícil implementación. En primer lugar, porque ambas figuras tienen que superar obstáculos internos importantes para ser candidatos y es difícil que ambos logren hacerlo al mismo tiempo. Además, el kirchnerismo sigue teniendo poder de decisión en el Frente de Todos y los votantes del PRO se han movido a la derecha, lo que intenta capitalizar Patricia Bullrich. A ello se agrega que la política en el mundo occidental hoy se aleja del consenso y se encuentra en ámbitos de confrontación tanto en Estados Unidos como en Europa y América Latina. Por eso Javier Milei se presenta en la política argentina como expresión de esa corriente occidental.
En conclusión: las divisiones dentro del oficialismo crecen y la incertidumbre por las candidaturas se acentúan; el lanzamiento de la candidatura de Rodríguez Larreta ha precipitado un enfrentamiento dentro del PRO, en el cual Mauricio Macri aparece reuniendo a los opositores al Jefe de Gobierno; el Congreso será el centro de atención con el inicio de las sesiones ordinarias, el encuentro del presidente y la vicepresidenta a que dará lugar, la división en el bloque de senadores y el juicio político a la Corte; por último, la idea de que dos candidatos moderados y pragmáticos como Larreta y Massa puedan competir y proyectar gobernabilidad es algo difícil de concretar, dada la cultura de confrontación que domina hoy la política.