Por Rosendo Fraga.
La reciente Cumbre de Madrid de la OTAN, ha puesto en evidencia la importancia, alcance y significación del concepto de “asimetría” militar, aunque no lo haya hecho en forma explícita. Está clara la diferencia entre Rusia y Ucrania. Los efectivos rusos en su totalidad se acercan al millón de hombres, sumando milicias, voluntarios y mercenarios. De ellos, en Ucrania se encuentra combatiendo una quinta parte. Kiev tiene movilizados cerca de un tercio del total de hombres que tiene Rusia bajo las armas, pero todos están en el territorio ucraniano, superando así a los que Moscú tiene en el teatro de operaciones. La ventaja cuantitativa en blindados, misiles, aviones de combate y otros sistemas de armas es muy marcada a favor de Rusia, pero la gran diferencia está en el campo nuclear, en el cual las Fuerzas Armadas de Vladimir Putin no solamente amenazan a Ucrania, sino también a la OTAN. Esta, a su vez, evita participar del conflicto bélico por temor a que la escalada llegue al plano nuclear, permitiendo que se mantenga la supremacía de las fuerzas de Putin en el ámbito aéreo y naval. La relación de fuerzas en el campo cibernético es difícil de medir en este conflicto, por ahora.
Pero sí es clara la supremacía económica de la OTAN sobre Rusia: de acuerdo al FMI, los 24.800.000 millones del PBI nominal de Estados Unidos son 14,5 veces más que los 1.700.500 millones de Rusia. También forman parte de la alianza atlántica el Reino Unido, Canadá y otros 27 países europeos, que en total suman otros 25.775.000 millones de dólares. De acuerdo a ello, el PBI de la OTAN en su conjunto alcanzaría los 50.575.000 millones. Esto es 29,7 veces más que el ruso, es decir, una asimetría aplastante en contra de Moscú. Cabe agregar que el PBI de Rusia era al comenzar el conflicto 8,3 veces más que el de Ucrania. Según el SIPRI, respecto al gasto militar específicamente, el de Estados Unidos alcanza los 778.000 millones (3,7% de su PBI). Rusia, por su parte, gasta 61.000 millones (4,3%). Es decir, que Estados Unidos destina a defensa, en términos nominales, 12,7 veces más que Rusia. Cabe señalar que este último país gasta casi lo mismo que el Reino Unido, que destina a defensa 59.200 millones (2,7% de su PBI), Alemania gasta 52.800 (1,4%) y Francia 52.700 (2,1%). Sumados, estos tres países destinan a defensa 2,7 veces más que Rusia. Una estimación sobre el gasto en defensa de los 30 países de la OTAN lo ubica casi 20 veces por encima del de Rusia.
¿Cómo compensa Rusia esta enorme asimetría que parece no explicar el hecho de que este país sea la segunda potencia militar del mundo? En primer lugar, con su capacidad nuclear. Tiene casi tantos proyectiles de este tipo (con diversos alcances) como la OTAN, lo que establece una virtual paridad con la alianza militar occidental -la casi totalidad de sus armas son estadounidenses-. Por esta razón Putin, ya en la primera semana del conflicto, puso este tema sobre la mesa. Ya antes de que las tropas rusas entraran en Ucrania, en los ejercicios militares con Bielorrusia habían integrado la capacidad nuclear. En segundo término, la capacidad de proyección, es decir la posibilidad de realizar operaciones militares lejos de su propio territorio. Aunque hay una diferencia muy marcada a favor de Estados Unidos en esta capacidad, Rusia es el segundo país del mundo. En paralelo a la guerra de Ucrania, ha realizado ejercicios navales, de los cuales participaron 140 buques simultáneamente en las aguas del Atlántico, el Pacífico, el Índico, el Mediterráneo y el Ártico. Estos ejercicios integran las capacidades navales, aéreas, anfibias y espaciales. Tercero, hay militares y mercenarios controlados por los servicios de inteligencia rusos actuando en Libia, Siria, Burkina Faso, Malí y otros países del mundo, y Moscú ha ofrecido asistencia y presencia militar a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Por último, integrar capacidades militares de 30 países diferentes no es fácil, con lo cual los números nominales de la OTAN, al momento de ponerlos en acción concretamente, se reducen sustancialmente. La Cumbre de la alianza militar occidental de Madrid mostró que mejorar esto es su prioridad. Estas cuatro causas -aunque hay otras- explican cómo las Fuerzas Armadas de Putin compensan la marcada asimetría militar que tienen respecto a la OTAN, y no está en el gasto militar como porcentaje del PBI entre Estados Unidos y Rusia la causa que lo explica, ya que es sólo levemente superior el de este último país.
El nuevo concepto estratégico de largo plazo de la OTAN, que sustituye al vigente desde 2010, no menciona el tema nuclear, pese a que es el factor clave del poder militar ruso. El cambio más relevante es que hace doce años, Moscú era considerado “un socio” en materia de seguridad europea y ahora es una “amenaza directa” para la seguridad continental. En segundo término, define el norte de África y los Balcanes como zonas sensibles. Pero el otro cambio relevante es que considera a China un “desafío” para la alianza militar occidental en términos de diferentes “valores, intereses y seguridad”. Ello implica que ha definido a Rusia como enemigo potencial. En los hechos, está induciendo una alianza militar entre Pekín y Moscú, frente a Occidente. En lo operativo se amplía considerablemente la cantidad de efectivos de la fuerza de reacción rápida. Los 50.000 hombres actuales se elevarán a medio millón gradualmente a lo largo de 180 días. Es un cambio sustancial, pero que no será fácil de concretar. En lo político-estratégico, el cambio es también la decisión de iniciar el proceso de incorporación de Suecia y Finlandia. En el caso de la segunda, implica que la OTAN pasa a tener casi 2.000 kilómetros más de frontera terrestre con Rusia. La reacción de Rusia y China no se hizo esperar y cuestionaron esta nueva definición de la OTAN para el largo plazo.
En conclusión: la reciente Cumbre de la OTAN en Madrid ratifica la fuerte asimetría militar de la alianza atlántica sobre Rusia; el PBI de la OTAN es 29,7 veces el de Rusia; en cuanto al gasto militar, el estadounidense es 12,7 veces más grande que el ruso y el de la OTAN en su conjunto es cerca de 20 veces mayor; pero en la variable donde Rusia sigue siendo la segunda potencia militar del mundo es la nuclear, y este tema está totalmente ausente en la nueva visión estratégica de la OTAN para el largo plazo; por último, se dispuso multiplicar por 10 los efectivos de la fuerza de reacción rápida de la alianza occidental, pero lo más importante es que considera a Rusia como amenaza directa y a China como desafío en materia de seguridad.