Por Rosendo Fraga.
El acto organizado por el sindicato de la Construcción para fortalecer el liderazgo político de Alberto Fernández, no dio el resultado buscado. Fueron convocados todos los gobernadores del oficialismo, pero estuvo presente sólo uno sobre 18 (el de San Juan, Sergio Uñac). Los intendentes del Gran Buenos Aires tampoco estuvieron. Dos días antes, el Jefe de Gabinete, Juan Manzur, en la reunión en la cual participaban todos los ministros, los convocó a concurrir al acto. Pero estuvieron presentes menos de la mitad de los integrantes del Gabinete nacional. La presencia de la CGT y de los movimientos sociales oficialistas fue exigua y con bajas manifestaciones de entusiasmo. Seguidamente, durante el fin de semana, en Mendoza La Cámpora, a través de la senadora Anabela Fernández Sagasti, convocó a un encuentro para debatir el futuro del Frente de Todos (FdT). La presencia fue diversa, desde el ministro del Interior, Wado de Pedro, hasta el ex gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que no pertenece al FdT y es un fuerte crítico del kirchnerismo. Massa se hizo presente mediante Zoom y el Jefe de Gabinete, Juan Manzur, decidió a último momento no concurrir. El acto mostró la intención de La Cámpora de ampliar su universo político. Llamó la atención que Urtubey se expresara públicamente con enfáticos elogios hacia Wado de Pedro y su futuro político. La imagen positiva del Presidente está en su nivel más bajo desde el 10 de diciembre de 2019, cuando asumió el poder: sólo 1 de cada 5 mantienen una valoración positiva sobre él, mientras que de la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner tiene una imagen favorable sólo 1 de cada 4.
Pero desde la Casa Rosada se intenta mostrar una visión diferente, argumentando que el Presidente va ganando poder. El pase de la Secretaría de Comercio Interior a la órbita del ministro de Economía, Martín Guzmán, que terminó por precipitar la salida del secretario Roberto Feletti, fue presentado como un avance de poder de la Casa Rosada. Pero la renuncia terminó por implicar al mismo tiempo una toma de distancia del kirchnerismo respecto a la gestión del oficialismo en materia de inflación. Cabe recordar que el funcionario kirchnerista estaba bajo la órbita del ministro de Producción, Matías Kulfas, uno de los más albertistas del Gabinete y que en modo alguno resistió el cambio. El otro argumento detrás del cambio de órbita fue que se avanzará con el aumento de tarifas pese a la oposición de los funcionarios kirchneristas. Pero éstos, encabezados por el subsecretario de Energía, Federico Basualdo, permanecen en sus cargos. En lo político, las declaraciones del militante social y funcionario del Gobierno, Fernando “Chino” Navarro, desafiando en la provincia de Buenos Aires a Máximo Kirchner, presidente del PJ, y al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, sería una señal de desafío al kirchnerismo. Pero las críticas dentro de la coalición oficialista por la delicada situación económica y por el fracaso en la lucha antiinflacionaria, son prácticamente unánimes, e incluso Sergio Massa, Presidente de la Cámara de Diputados, está participando de ellas. Los mismos gremios que respaldaron al Presidente en el acto convocado por el sindicato de la Construcción, analizan realizar una movilización contra la inflación.
Al mismo tiempo, el Congreso muestra una inacción sin precedentes, al haber sancionado sólo una ley en los primeros cinco meses del año. Nunca se dio una situación de este tipo un año y medio antes de una elección presidencial. La única ley aprobada fue la del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, lo que no fue menor. La oposición, que tendría mayoría en la Cámara de Diputados para aprobar el proyecto de boleta única para las elecciones -resistida por la mayor parte del oficialismo-, enfrenta un futuro incierto en el Senado, donde aproximadamente 4 senadores oficialistas podrían acompañar el proyecto, lo cual no es seguro. La situación es un desafío para la Vicepresidenta, quien preside la Cámara Alta y ha logrado que los dos bloques en los cuales está dividido el oficialismo, voten juntos sus proyectos en el Senado. Si este fuera aprobado, una derrota del Frente de Todos en el Congreso un año y medio antes de la elección presidencial, dejaría al Ejecutivo debilitado. En cuanto a la Justicia, parece darse una situación de empate político. El oficialismo enfrenta resistencias para su proyecto de ampliar la cantidad de miembros del Máximo Tribunal, donde predomina una actitud independiente y desfavorable al kirchnerismo. Las causas que afectan a Cristina Kirchner, algunas avanzan y otras se demoran o neutralizan. El Consejo de la Magistratura, recientemente renovado, intentará comenzar a reunirse, pero sin una relación de fuerzas claras respecto a la pugna entre oficialismo y oposición.
Las posibilidades de que la oposición gane la elección de 2023 aumentan a medida que se deteriora el Gobierno, pero también se incrementan las pujas internas por las candidaturas. En el PRO, la candidatura presidencial de Mauricio Macri gana espacio. En el Gran Buenos Aires aparecen pintadas de “Macri Presidente – Ritondo Gobernador” y también “Larreta Presidente – Santilli Gobernador”. Esto ha generado el reclamo del Jefe de Gobierno porteño al ex Presidente, quien mantiene una actitud ambigua frente a una eventual candidatura que va ganando apoyo en los militantes del PRO. Al mismo tiempo, Patricia Bullrich avanza en su campaña y la organización de sus equipos de gobierno. Mantiene la posición de que no hay que formalizar una ruptura con Javier Milei. Al margen del PRO, pero en el marco de Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto ha anunciado su candidatura presidencial y analiza también hacerlo Ricardo López Murphy, que ha agrupado fuerzas liberales y conservadoras del interior del país. En el radicalismo persiste la división con tres candidaturas: Facundo Manes, Gerardo Morales y Martín Lousteau. El ex Vicepresidente Julio Cobos ha propuesto la fórmula Manes-Morales para enfrentar al PRO en las PASO, mientras que Lousteau trabaja al mismo tiempo en ser candidato a Jefe de Gobierno porteño. Por su parte, Javier Milei -que sigue centrando su campaña en el ataque a la “casta política”- continúa creciendo en las encuestas, aprovechando el desgaste del Gobierno por un lado, y el ensimismamiento de Juntos por el Cambio en las internas y la discusión de candidaturas por el otro. En cuanto a José Luis Espert, se inclina por competir en las PASO dentro de Juntos por el Cambio.
En conclusión: el acto organizado por el sindicato de la Construcción para revitalizar el debilitado liderazgo del Presidente, no tuvo el efecto esperado, ya que concurrió sólo uno de los 18 gobernadores oficialistas; la Casa Rosada argumenta que el Presidente se ha fortalecido al pasar la Secretaría de Comercio Interior a la órbita de Martín Guzmán, y el aumento de tarifas lo confirma; el Congreso se muestra en una inacción sin precedentes, al haber sido sancionada una sola ley (acuerdo con el FMI) en lo que va del año; por último, en la oposición sigue dominando la pugna y el debate sobre las candidaturas y Javier Milei sigue creciendo desde una posición de cuestionamiento a toda la dirigencia política.