Por Rosendo Fraga.
La elección legislativa colombiana del 13 de marzo confirmó a Gustavo Petro como el principal candidato opositor para la elección presidencial. Esta tendrá lugar el 29 de mayo y la segunda vuelta, de haberla, el 19 de junio. Se votó en una consulta simultáneamente para elegir los candidatos a Presidente dentro de cada espacio político y ambas Cámaras del Congreso Nacional. El Pacto Histórico es la denominación de la oposición de centroizquierda, dentro de la cual se presentaron 5 candidaturas. En este espacio se impuso la de Gustavo Petro -un ex guerrillero del movimiento M-19 que fue alcalde de Bogotá y perdió en la última segunda vuelta presidencial-, quien desde hace más de dos años viene encabezando los sondeos para la elección presidencial. La consulta del Pacto Histórico fue la más votada en el país y Petro se impuso como candidato presidencial de este espacio con más del 80% de los votos (4,2 millones), mientras que Federico Gutiérrez se impuso en la consulta del Equipo por Colombia (de centroderecha y aliado del ex Presidente Álvaro Uribe) y Sergio Fajardo lo hizo por Coalición Centro Esperanza (de centro). En forma casi inmediata, uno de los candidatos derrotados por Gutiérrez dentro de su propio espacio, Oscar Iván Zuloaga, del agrupamiento Centro Democrático, anunció su decisión de acompañar a Gutiérrez. La coalición Centro Esperanza aparece como la tercera fuerza. Tanto Petro como Gutiérrez buscarán captar estos votos y polarizar entre ellos la elección presidencial.
Pero el Congreso dejó una situación más compleja. El mejor resultado de la izquierda había sido en 2006, cuando obtuvo 17 bancas en ambas Cámaras. Ahora ha logrado 41 escaños. Sobre este resultado, la alianza que lidera Petro tendrá que tejer acuerdos con fuerzas de centro, como la coalición Alianza Verde o el Partido Comunes, integrado por ex guerrilleros de las FARC que firmaron el acuerdo para desarmarse en 2016. De esta forma, intentará contrarrestar el poder de los partidos tradicionales, el Conservador y el Liberal, que juntos obtuvieron más legisladores que Pacto Histórico. En cuanto al “uribismo”, obtuvo el candidato más votado para el Senado, Miguel Uribe Turbay, pero en conjunto esta fuerza pasará en la Cámara Alta de primera fuerza con 19 senadores, a sólo 14. En la Cámara de Representantes, el “uribismo” disminuyó sus bancas de 32 a 15. Este resultado registra la desaprobación que tiene la gestión del Presidente Iván Duque, que fuera apadrinado por el ex Presidente Álvaro Uribe. La fuerza de derecha Cambio Radical, liderada por el ex Presidente Germán Vargas Lleras, disminuyó de 16 a 11 sus bancas en el Senado. Queda un Parlamento sin mayorías que requerirá una intensa negociación, la que será el gran desafío de Petro. El Congreso será el reducto de las fuerzas de centroderecha que, más allá de sus formas partidarias, han gobernado Colombia durante más de medio siglo.
El dirigente de izquierda Gabriel Boric asumió la presidencia de Chile el 11 de marzo. Como suele suceder, un dirigente fogueado en las protestas estudiantiles y luego en las que tuvieron lugar entre 2019 y 2020, ganó por 10 puntos la segunda vuelta presidencial contra un candidato de derecha, José Antonio Katz, moderándose durante la campaña. Su principal problema será la gobernabilidad, ya que enfrenta una Cámara de Diputados dividida y un Senado en el que la derecha tendrá la mitad de las bancas. Es decir, una situación compleja como la que enfrentará Petro si gana en Colombia. Pero el nuevo Presidente chileno tendrá que mantener el liderazgo de su propia coalición, integrada por el Partido Comunista, grupos emergentes de las protestas violentas y sectores indigenistas radicalizados. No será fácil mantener su unidad política ni satisfacer sus demandas. El gran desafío político es la sanción de la nueva Constitución, en la que trabaja una Asamblea Constituyente que es reflejo de la complejidad y diversidad del arco político opositor. El texto que se ha aprobado deberá ser ratificado en un referéndum vinculante, para lo cual se requerirá dos tercios de los votos. Boric presentará la nueva Constitución como “el final” de la Constitución pinochetista. Pero en el marco regional, Boric se presenta como un candidato de izquierda moderada que tendrá sintonía con Petro en Colombia y Lula en Brasil, si ambos terminan imponiéndose en sus respectivas elecciones presidenciales.
En Perú, el Presidente de izquierda, Pedro Castillo, tras cumplir seis meses de gobierno, enfrenta un proceso de destitución por parte del Congreso, en el cual está en minoría. El Parlamento Unicameral, integrado por 130 legisladores, requiere 52 votos para iniciar un proceso de destitución por “incapacidad moral”. Es un proceso constitucional que ha generado una fuerte inestabilidad política en Perú, y utilizado para destituir a varios presidentes en años recientes. Unos 76 legisladores votaron por el inicio del proceso de destitución. Los votos en contra fueron sólo 41 y una abstención dentro de los legisladores oficialistas. Para destituir finalmente al Presidente se requieren 87 votos (dos tercios), 11 más de los obtenidos en la votación para iniciar el proceso. El Congreso está muy fraccionado, pero predominan las agrupaciones de derecha y centroderecha, entre las que se gesta la destitución de Castillo. El Presidente pro témpore de la Celac, el argentino Alberto Fernández, le ha enviado un mensaje de apoyo a su gestión para respaldarlo en esta circunstancia. El Presidente boliviano, Luis Arce, también le envió un mensaje de respaldo. La acusación de la oposición contra Castillo incluye más de 20 cargos de distinto tipo y envergadura, la mayoría vinculados con supuestos actos de corrupción. Las divisiones dentro del Partido Libre que llevó a Castillo al poder, han sido un factor clave en el prematuro debilitamiento del gobierno.
En conclusión: de la consulta realizada en Colombia para definir el candidato presidencial de cada espacio político, Gustavo Petro, el candidato de centro izquierda, se proyecta con más posibilidades para la elección; pero el mismo día se eligió el Congreso, donde el centroderecha mantiene una cantidad importante de bancas que obligará al eventual Presidente a negociar para alcanzar mayorías; la asunción de Gabriel Boric en Chile muestra un candidato de izquierda que una vez en el poder, se proyecta como de centroizquierda, quien puede coincidir con Petro y Lula si ganan en sus respectivos países; por último, en Perú, un Presidente de izquierda, Pedro Castillo, a los seis meses de gobierno, enfrenta un proceso de destitución que de no tener éxito, volverá a repetirse en breve plazo.