Las tres movilizaciones por el 17 de Octubre

Por Rosendo Fraga.

Las tres celebraciones del Día de la Lealtad peronista, que se conmemora el 17 de octubre de 1945, muestran la falta de unidad del peronismo hoy. Esta situación se da cuando esta fuerza política acaba de tener su peor resultado electoral a nivel nacional desde ese día, es decir, a lo largo de sus 76 años de existencia. Obtuvo sólo 30% en el promedio nacional y quedó 10 puntos por debajo de la oposición. Por un lado, la Vicepresidenta, el sábado 16 de octubre, presidió un acto de la juventud de La Cámpora -aunque los dirigentes de la agrupación promedian ya los 50 años-, rodeada de jóvenes veinteañeros. El lugar elegido fue simbólico: la ESMA, símbolo de la represión en los años setenta. Tras las idas y venidas del Presidente, el domingo 17 se realizaron movilizaciones en distintas plazas del país, convocadas por agrupaciones de base del kirchnerismo. El Presidente osciló entre suspender el acto y asistir a él. Cuando se encontraba en vuelo en helicóptero para llegar a la Plaza, decidió no ir, al ser informado de que sería abucheado por la militancia. En la Plaza de Mayo estuvieron Axel Kicillof y Máximo Kirchner. Los oradores fueron Hebe de Bonafini, Boudou y Baradel. Hoy, lunes 18, tiene lugar la movilización convocada por la CGT, que se ha unificado para su próxima renovación de autoridades. Es un acto corporativo que al mismo tiempo será de apoyo al Gobierno, pero también de advertencia. Es que las aspiraciones del kirchnerismo de tomar el control de las obras sociales sindicales es un conflicto latente entre los gremios y el Gobierno. En los tres actos, predominaron los mensajes “militantes”, alejados del eventual acuerdo con la oposición, que impulsa Sergio Massa, entre otros.

La relación del Presidente con los empresarios y del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional, mostraron fuertes contradicciones. Alberto Fernández se reunió en Casa de Gobierno con media docena de los principales empresarios del país. Fue una conversación de tono conciliador, que buscó mostrar un gobierno moderado respecto a la economía, pero que no fue pública. También asistió y habló en el coloquio anual de IDEA ante centenares de hombres de negocios. La repercusión que tuvo fue entre frialdad y decepción. El punto es que entre los dos encuentros se anunció el congelamiento de precios de más de 1.000 productos por noventa días, y esto, lógicamente, causó malestar en el sector empresario. No fue lo más acertado, buscar el contacto con el empresariado al mismo momento que se adoptaba esta decisión, precipitada por la necesidad de frenar la inflación en los días previos a la elección legislativa. Por su parte, el ministro de Economía Martín Guzmán, viajó a Washington para avanzar en conversaciones con el Fondo Monetario Internacional. Los resultados no fueron buenos. El Presidente anunció a los empresarios que en diciembre estaría el acuerdo respecto de la deuda con el FMI. Pero el tema ha pasado para 2022, y en una situación incierta. El Jefe de Gabinete, Juan Manzur, viajó, confirmando su rol como la tercera figura en el poder en Argentina, junto con el Presidente y la Vicepresidenta. Junto con Guzmán, se reunió con inversores y hombres de negocios interesados en Argentina, pero no logró disipar las dudas sobre la economía y la política argentina que ellos tienen.

A menos de un mes de la elección, el pronóstico electoral oscila entre la confirmación de la derrota y la incertidumbre. La casi totalidad de los sondeos que se han conocido en los últimos días, dan cuenta que la derrota se confirmaría, entendiendo por ello que la diferencia nacional a favor de la oposición seguiría siendo importante, que el triunfo opositor en la provincia de Buenos Aires se daría, pero con menos de los 4 puntos de diferencia que en las PASO, y que el oficialismo podría perder la mayoría en el Senado y disminuir su bancada en Diputados. Pero al mismo tiempo, en el equipo de campaña de la oposición en la provincia de Buenos Aires, se registra cierto crecimiento del voto oficialista, gestado por el incremento de los distintos mecanismos de asistencia social a los sectores más vulnerables. La campaña oficialista se mueve en un devenir de contradicciones. El intento del asesor catalán que irrumpió hace dos semanas, de alinear el discurso detrás del “Sí”, no logró imponerse. Los jefes territoriales (gobernadores e intendentes) se rebelaron contra la campaña nacional. En la oposición no aparece todavía un discurso claro, pero hechos como la amenaza velada del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, contra el dibujante Nik, favoreció claramente a los candidatos de Juntos por el Cambio. La seguridad pública es quizás el flanco más vulnerable del oficialismo. Los conurbanos de Buenos Aires y Rosario muestran un aumento de homicidios, pese al despliegue de más fuerzas de seguridad federales, y la salida de la ministra Sabina Frederic no ha terminado con los conflictos entre los ministros de Seguridad de la Nación y el de provincia de Buenos Aires, agudizados por el rol de Sergio Berni en la política bonaerense, que lo llevó a enfrentarse con Máximo Kirchner.

Hacia el futuro, se percibe claramente que el electorado está girando hacia la derecha. Un sondeo realizado por la consultora Real Time Data (RTD) difundida en la edición digital del diario Clarín el 15 de octubre, pregunta en forma espontánea cuál es el dirigente político de la Argentina que más se acerca a sus ideas. El primer lugar lo obtuvo la Vicepresidenta Cristina Kirchner con el 17%, y el segundo Patricia Bullrich, con el 12%. Las dos mujeres que expresan posiciones más radicalizadas comparten los dos primeros lugares. Javier Milei, que representa la corriente libertaria, obtuvo el 8%, mientras que el cuarto lugar lo obtuvo el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, con 7%, al igual que el ex Presidente Mauricio Macri. Las dos figuras del radicalismo mencionadas comparten el quinto lugar con el 6%: Facundo Manes y Martín Lousteau. Recién en la sexta posición están el Presidente Alberto Fernández con 5% y el dirigente kirchnerista Leandro Santoro, con el mismo porcentaje. La lista se completa con José Luis Espert, por quien opta el 3%. Por “otras figuras” se siente representado el 18% y por ninguno el 6%. El total de preferencias por figuras de Juntos por el Cambio es de 38%, y los que optan por figuras del Frente de Todos son 27%. Es decir, 11 puntos de ventaja para la oposición, similar a los 10 que mostraron las PASO. Pero por candidatos libertarios opta el 11%, los que sumados a los de Juntos por el Cambio, son 49%, cerca del doble del 27% del Frente de Todos. En el primer espacio opositor, el radicalismo tiene casi un tercio y las figuras identificadas con una posición más de derecha, Bullrich y Macri, el 18%. Figuras de la política porteña como Milei y Santoro han adquirido visibilidad nacional por la proyección al interior de los medios de comunicación porteños. 

En conclusión: los tres actos diferentes con los cuales el oficialismo conmemoró el 17 de Octubre, muestran su división a menos de un mes de la elección legislativa; el intento del Presidente de acercamiento al sector empresario y las gestiones del ministro Guzmán con el FMI, entraron en contradicción con el congelamiento de precios por 90 días anunciado simultáneamente; las encuestas hoy muestran que se repetiría la derrota del Gobierno, pero también comienza a registrarse cierta recuperación de voto oficialista en el conurbano bonaerense por el incremento de la asistencia social; por último, se está registrando un giro a la derecha en la opinión pública y un crecimiento de las figuras que expresan las posiciones más radicalizadas en la política, como Cristina Kirchner y Patricia Bullrich.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s