A dos siglos y medio de la creación del Virreinato del Río de la Plata

Por Rosendo Fraga.

El 1° de agosto se cumplirán doscientos cuarenta y ocho años desde que la Corona de España creó el Virreinato del Río de la Plata.

El imperio español, que fue el primero de carácter global en el siglo XVI y principios del XVII, se extendía por el mundo con eje en América Latina. En ésta había tres centros de poder político y administrativo: Perú y Nueva Granada en América del Sur y México en América del Norte. Este era el más importante. De él no solamente dependían posiciones claves en el Caribe, como Cuba y Santo Domingo, sino también el tercio sur del actual territorio de los Estados Unidos y diversas posiciones en Asia, con epicentro en Filipinas. Incluso en esos años tuvo una colonia en Taiwán durante casi medio siglo.

El Virreinato del Río de la Plata se crea en 1776. Es una iniciativa española que en términos geopolíticos, apuntó a que las dos márgenes del Río de la Plata estuvieran en manos españolas, y así frenar las aspiraciones de Portugal de avanzar hacia el sur. Esta disputa se había librado durante casi dos siglos y la posesión de Colonia del Sacramento sucesivamente entre España y Portugal, era una manifestación de ello.

El cuarto Virreinato tenía por capital a la ciudad-puerto de Buenos Aires. Ella era entonces una ciudad entre chica y mediana del imperio español en América. Tendría entre veinte y veinticinco mil habitantes en ese momento. Cabe señalar que el nuevo Virreinato incluía la actual Bolivia, que entonces tenía salida directa al Pacífico por la zona de Antofagasta en el norte de la actual república de Chile; también Paraguay, otrora el centro político del cual dependía Buenos Aires; y la República Oriental del Uruguay, hasta ese momento región en disputa entre Portugal y España.

Por el Tratado de San Ildefonso que se firma entonces distribuyendo territorios entre España y Portugal, se le adjudica una colonia portuguesa en territorio africano sobre el Atlántico, que es la llamada Guinea Ecuatorial. Se independizó de España recién en 1968 y hoy es un país pequeño en población, pero que es el tercer productor de petróleo del continente.

El nuevo Virreinato queda integrado así por cuatro países de la actual Sudamérica y uno de África Occidental. 

La presencia del Virreinato con capital en Buenos Aires sobre este territorio africano fue débil, y en oportunidades su control se realizó directamente desde el puerto de Montevideo. Madrid había creado un eje sobre el Atlántico desde Buenos Aires hasta Guinea, que atravesaba todo el Atlántico Sur.

Pero el imperio español global en el último cuarto del siglo XVIII ya estaba debilitado y en proceso de ser sustituido por Gran Bretaña en ese rol.

El 4 de julio de 1776, menos de un mes antes de la creación del Virreinato con capital en Buenos Aires, tiene lugar un hecho político crucial en el hemisferio norte: la declaración de independencia de Estados Unidos. 

No hay una relación formal entre los dos hechos, pero sí lo hay en la visión estratégica global. La corona británica se encontraba fuertemente amenazada por la guerra que libraba por retener la parte más relevante de sus colonias, entonces las trece que estaban sobre la costa en el Atlántico en América. La acción inglesa a través de Portugal se había debilitado. Los intereses británicos apuntaban a que las dos márgenes del Río de la Plata quedaran en manos de Buenos Aires y Río de Janeiro, es decir, que ningún país controlara el acceso a América del Sur desde este río. 

Si bien se trata de un análisis conjetural o contrafáctico, sin guerra de la independencia en Estados Unidos, es probable que Gran Bretaña hubiera logrado este objetivo, que en realidad era permanente.

Medio siglo después, con la independencia de Uruguay, ambas márgenes del Río de la Plata vuelven a estar divididas entre los dos países, con una específica gestión de la diplomacia británica. 

Con el Virreinato, Buenos Aires recibía la jurisdicción política sobre territorios mucho más desarrollados y ciudades con mucha mayor población. Por ejemplo, en Bolivia se encuentra Potosí, que a mediados del siglo XVII llegó a ser la tercera ciudad del actual Occidente por cantidad de habitantes (160.000), después de Londres y París. La gran extracción de plata que tuvo lugar en esos días contribuyó decisivamente al desarrollo del imperio español global.

Durante más de dos siglos, los territorios que en 1776 pasan a conformar el Virreinato del Río de la Plata habían dependido de Lima. Un periodo durante el cual el puerto de Buenos Aires había sido prácticamente inexistente para el comercio por decisión española, salvo para el contrabando. 

Al comenzar el último cuarto del siglo XVIII, Buenos Aires y los territorios que hoy pertenecen a la República Argentina, tenían una población sensiblemente menor que Bolivia e incluso que Paraguay. Se trata de estimaciones, ya que sólo había censos esporádicos e imperfectos de ciudades.

Al producirse el inicio del movimiento emancipador en la capital del Virreinato en 1810, éste tenía treinta y cinco años de existencia, tras más de dos siglos de haber dependido de Lima. Esta fue una de las causas por la cual el Virreinato se desarticuló. Pero quedó un centro político, que era Buenos Aires, cuyo poder se extendió, pero que no pudo retener Bolivia, que tenía salida al Pacífico, Paraguay ni Uruguay, que pasó a tener soberanía sobre el margen oriental del Río de la Plata.

La ausencia de soberanía del gobierno de Buenos Aires se extendía geográfica y étnicamente a la mayor parte de las actuales provincias de Mendoza, San Luis, Córdoba, Santa Fe y cerca de un 80% del actual territorio bonaerense, que estaban en manos indígenas.

Al momento de la Revolución de Mayo, las Islas Malvinas están bajo jurisdicción porteña, y a ellas son destinados como presidio españoles que intentan resistir el impulso patriota, como Martín de Álzaga. Pero en este periodo de cruenta guerra de independencia, inevitablemente la relación con Guinea Ecuatorial queda débil y es olvidada. Madrid retoma directamente el control de esta colonia, pero ejerce pocos actos soberanos sobre ella a lo largo del siglo XIX. 

En definitiva, la creación del Virreinato del Río de la Plata, que el 1° de agosto de 2026 cumplirá dos siglos y medio, fue decisiva para la conformación de la actual Argentina. Sin esta iniciativa de la Corona española, Buenos Aires no hubiera sido el centro político en torno al cual se fue desarrollando un entorno político que dio origen a la actual República Argentina.

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