Cambio de mando en el Comando Sur

Por Rosendo Fraga.

El 7 de noviembre asumió el nuevo comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, el almirante Alvin Holsey. Se trata del primer militar afroamericano que ocupa este cargo. El hecho tuvo lugar dos días después de la elección presidencial estadounidense, pero no hay ninguna relación entre los dos hechos. Este Comando es un cargo burocrático cuyos cambios se realizan periódicamente y son determinados con mucha antelación. Reemplaza a la generala del Ejército Laura Richardson, que finalizó su periodo de cuatro años. El Comando Sur (USSOUTHCOM por las siglas en inglés de United States Southern Command) es uno de los diez comandos de combate unificado pertenecientes al Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Su jurisdicción comprende los países de América Latina (con la excepción de México, que pertenece al Comando Norte) y doce islas de soberanía europea. También abarca los océanos Atlántico y Pacífico, entre los meridianos 30° y 92° oeste. El Comando Sur de Estados Unidos cubre 31 países y abarca 24.9 millones de kilómetros cuadrados. Es responsable de proporcionar planificación de contingencia, operaciones, y la cooperación de seguridad para América Central y del Sur, el Caribe (excepto asociados con los Estados Unidos, territorios y posesiones), así como para la protección de los recursos militares de EE.UU. en estos lugares. También es responsable de velar por la defensa del Canal de Panamá y las áreas revertidas pertenecientes al mismo. El Comando Sur se articula con el Norte para operaciones del Departamento de Defensa en el Hemisferio Occidental y coordinar el empleo de recursos combinados.

El Comando Sur es un mando conjunto integrado por más de 1.200 efectivos militares y civiles en representación del Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Marines, la Guardia Costera, y varias agencias federales. Los servicios que proporciona el Comando Sur junto con el componente de Operaciones Especiales Conjuntas, dos Fuerzas de Tareas Conjuntas, una Joint Interagency Task Force, y las oficinas de Asistencia para la Seguridad, se encargan de realizar misiones pertenecientes al Comando Sur y las actividades de cooperación en seguridad. El Comando Sur ejerce su autoridad a través de los comandantes de dichos componentes. Cuenta con la Cuarta Flota, asignada en forma permanente a este Comando, pero está desactivada y el intento de reactivarla en 2018 generó polémicas en la región. Resucitar esta Flota -en desuso durante 58 años- fue una decisión de carácter político y simbólico que respondía a la aparición de regímenes anti estadounidenses en la región. Por eso algunos vieron en esta decisión una respuesta a la elección de varios gobiernos en la región que habían expresado posiciones contrarias a las del gobierno de Washington. Según el almirante James Stavridis, exjefe del Comando Sur de la marina estadounidense, se trató de una medida administrativa que buscaba, sobre todo, fortalecer operaciones de lucha contra el narcotráfico y de cooperación en seguridad, lucha contra el antiterrorismo, como por ejemplo combatir la supuesta presencia de Hezbollah como en la denominada Triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, la influencia de China y Rusia en América Latina y el Caribe, la inequidad y la pobreza, el crimen organizado y los desastres naturales. El informe donde se detalla esta política se conoce como “Estrategia del Comando Sur de los Estados Unidos 2018: Amistad y cooperación para las Américas”.

El proyecto no concretado de reactivar la Flota generó polémicas, especialmente vinculadas con la explotación de los recursos naturales en la región. Quien expuso en forma muy clara esta posición fue la generala Richardson, quien criticó enfáticamente la dependencia que significaba para América Latina aceptar la inversión china. Pese a ello, en la última reunión de ministros de Defensa de América, realizada este año en Mendoza, Argentina, no se llegó a una definición sobre el tema. El liderazgo norteamericano en la reunión se vio disminuido por el hecho de no estar presente el Jefe del Pentágono, el general Lloyd Austin, concentrado en los conflictos de Ucrania y Medio Oriente. En cambio, la reunión de hace dos años en Brasil (el encuentro es bianual), sí estuvo presidida por Austin. La declaración de la reunión en Mendoza fue diluida y sin contenido específico u operativo. Es que la diferencia de enfoques entre Estados Unidos por un lado y Brasil y México por el otro, hace muy difícil llegar a acuerdos de este tipo. Richardson ha advertido en repetidas oportunidades durante sus visitas a la región sobre el riesgo que significa China. Cabe señalar que un mes después, el gobierno chino decidió abrir sus base de observación satelital que tiene en la provincia argentina de Neuquén para desarmar prevenciones. Incluso llegó a ofrecer públicamente a la Argentina incorporar un astronauta de esta nacionalidad en sus misiones espaciales. Para el Comando Sur, la lucha contra el narcotráfico y la inmigración ilegal son problemas centrales en América Central y el Caribe, y hacia el sur adquieren mayor importancia relativa los recursos naturales.

Los comandos combatientes unificados de las Fuerzas Armadas estadounidenses se dividen en geográficos y funcionales. En el primer ámbito se encuentra el Comando Sur de Estados Unidos, con Comando en Doral, Florida. El Comando Norte tiene su base en Colorado. En los hechos, su jurisdicción pone en evidencia cómo para Estados Unidos, México es un área de América del Norte, no de América Latina. Es decir, el Comando Norte no termina en el Río Grande, en la frontera con México, sino en Guatemala, en la frontera de Chiapas. Este Comando también proyecta su misión hacia el Pacífico desde la costa oeste de Estados Unidos. El Comando Europeo tiene su sede en Stuttgart, Alemania. En realidad se superpone con la jurisdicción de la OTAN, pero en caso de una crisis, el mando estadounidense en Europa definirá las decisiones. El Comando del Indopacífico está ubicado en Hawai y proyecta su jurisdicción sobre el Mar de China, donde hay varios puntos de tensión entre Washington y Beijing. Se trata de un Comando con clara prioridad naval. El Comando de África tiene también su sede en Stuttgart, junto con el de Europa. El Comando Central hoy quizás registra la mayor tensión. Tiene a su cargo las operaciones en Medio Oriente y ya se ha visto involucrado al participar en la defensa israelí contra los ataques iraníes. El Comando Espacial tiene su sede también en Colorado. Se ha discutido si corresponde que sea geográfico o funcional, pero hasta hoy se lo ha mantenido en la primera categoría. Cabe señalar que la Fuerza Espacial, creada en 2019, es al mismo tiempo la quinta fuerza militar de los Estados Unidos. En cuanto a los comandos funcionales, que prestan apoyo a todos los comandos geográficos, son el Cibernético, con sede en Maryland; el de Operaciones Especiales, en Florida; el Comando Estratégico, en Nebraska; y el de Transporte, en Illinois.

En conclusión: el 7 de noviembre asumió el nuevo Comandante Sur de los Estados Unidos, del cual dependen todos sus recursos militares desde la frontera entre México y Guatemala; el Comando Sur es el que tiene menos instrumentos militares propios destinados en forma permanente; el proyecto de reactivar la Cuarta Flota generó críticas de los sectores antinorteamericanos, que lo vieron como una “avanzada” de Estados Unidos en la región; por último, los Comandos Unificados se dividen en geográficos y funcionales, y el Comando Sur se encuentra en la primera categoría.

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