El electorado en las Américas está girando a la derecha

Por Rosendo Fraga.

La proyección electoral de la región está marcando un giro a la derecha. El domingo 27 de octubre tendrá lugar la segunda vuelta de las elecciones municipales de Brasil. La decisiva es la de San Pablo: no sólo es la primera ciudad de Brasil por su población, sino que lo es también de todo el continente americano -incluido Estados Unidos- y la séptima del mundo. Es probable un triunfo amplio y categórico del candidato apoyado por Jair Bolsonaro, Ricardo Nunes, quien recibirá el apoyo de la mayoría de los votantes de un “outsider” de ultraderecha, Pablo Marcal. Este resultado mostrará que el ex presidente Bolsonaro sigue siendo una figura electoral competitiva para la elección de 2026, y un giro a la derecha en el electorado a nivel nacional. El juez de la Suprema Corte de Brasil, Alexandre de Moraes, es quien ha fallado contra Bolsonaro, impidiendo su candidatura, y ahora lo ha hecho contra Elon Musk, para limitar las opiniones políticas publicadas por los usuarios de su red social X (ex Twitter). Pero es la elección presidencial estadounidense que tendrá lugar el 5 de noviembre el dato político central tanto para América Latina como para el resto del mundo. Gane Trump o Harris, hay un dato cierto: el fuerte crecimiento del voto republicano en el electorado hispano. Cuando Obama ganó por segunda vez la Presidencia, el 65% de los hispanos votó por él. Es decir, dos tercios. Cuando ganó Trump, dicho porcentaje bajó al 55%, y con el triunfo de Biden fue sólo el 50%. Ahora se estima que supere dicho porcentaje a favor del candidato republicano. Es un cambio sustancial que demuestra que han resultado erróneas las perspectivas de que el aumento del voto hispano iba a favorecer a los demócratas a lo largo del siglo XXI.

La reunión de los BRICS que tendrá lugar en Rusia muestra un Brasil debilitado en cuanto a su liderazgo global. El documento Global Trends 2040, que elabora cada cuatro años el gobierno estadounidense, marca que en esta década y la próxima ocho países se destacarán como potencias regionales. Del Occidente desarrollado hay sólo una: Australia en el Océano Índico. Del mundo árabe están Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, dos países que crecen como protagonistas tanto en lo económico como en lo político. También incluye en esta categoría a Indonesia, el país más relevante del este de Asia y el de más población de religión musulmana. De África suma a Nigeria, el país con mayor población y producción de petróleo de este continente. En el mundo musulmán no árabe están Turquía e Irán. Brasil, en este contexto, es mencionado como el único líder regional de América Latina. De estos países hoy seis aspiran a integrarse a los BRICS, grupo del cual Brasil ha sido miembro fundador, aunque con distinto grado de interés. La estrategia brasileña para tener un protagonismo en este grupo junto con China, Rusia, India y Sudáfrica, ha perdido eficacia, pese a lo cual Brasil ha planteado en los últimos meses una propuesta conjunta con China para el cese del fuego en Ucrania. En los hechos, la Cumbre de los BRICS intentará poner de manifiesto por parte de Rusia, que es el país anfitrión, que la estrategia de Estados Unidos y la Unión Europea para aislarlo no ha tenido éxito. Treinta Jefes de Gobierno participarán de la Cumbre.

En cuanto a la crisis venezolana, el presidente Nicolás Maduro ha realizado un cambio muy importante en los mandos militares. Si bien mantuvo a la cabeza de la estructura al ministro de Defensa, Vladimir Padrino-López, ha cambiado cerca de treinta generales que ocupaban cargos importantes. Una hipótesis es que Maduro puede haber percibido deslealtades potenciales entre sus jefes militares. Otra es que ha buscado afianzarse con gente más leal, al haber sido ascendidos recientemente. Pero existen intrincados juegos de poder entre el presidente y el número dos de su gobierno, Diosdado Cabello, y los cambios pueden haber sido una redistribución de poder entre ambos. La resistencia de la oposición se ha desactivado en las calles. No implica que haya perdido apoyo, pero sí que ha fracasado en provocar una crisis a partir del dominio de la protesta callejera. El presidente electo, Edmundo González Urrutia, que se encuentra exiliado en España, ha ratificado su voluntad de asumir el poder el próximo mes de enero. Pero eso no parece tener visos de realidad, dado el férreo control de Maduro sobre la estructura policial y militar. Aproximadamente medio centenar de países han desconocido la elección de Maduro, pero otros ciento cincuenta -la mayoría de Asia y África- no lo han hecho. Rusia y China han reconocido el triunfo de Maduro, quien en la Cumbre de los BRICS que tiene lugar en Rusia esta semana, se hará presente para solicitar su incorporación al grupo, lo que no obtendrá, por lo menos en lo inmediato.

Pero la situación de Cuba es apremiante, la de Bolivia se encamina a una anarquía y sólo Nicaragua -el país más chico de este grupo- parece mantenerse sólido. El régimen castrista se encuentra en una grave crisis económica. Hay quienes sostienen que es incluso peor que la sufrida a comienzos de los años noventa, cuando la disolución de la Unión Soviética dejó a la isla sin apoyo internacional alguno. A la escasez de alimentos, agravada por la inflación, se han sumado los apagones eléctricos, que se extienden cada vez más. A ello se agregan las consecuencias negativas de los efectos climáticos que están afectando el sudeste de Estados Unidos y el Caribe. El régimen responde aumentando la represión sobre la oposición, mientras que en los últimos dos años ha abandonado el país el 10% de la población. En cuanto a Bolivia, se vive una situación de descomposición política que tiene como epicentro la división en el MAS, el partido fundado hace dos décadas por Evo Morales. Se ha enfrentado duramente con su sucesor en la presidencia, Luis Arce, quien lo acusa de intentar destituirlo. Los partidarios de Morales controlan varias zonas del país y parecen dispuestos a defenderlo frente a las acusaciones de corrupción y abuso sexual contra menores que enfrenta en la Justicia. Pero al mismo tiempo han comenzado las audiencias en la causa judicial por la cual están acusados líderes políticos de centroderecha y jefes militares por el supuesto golpe contra Evo Morales que tuvo lugar en diciembre de 2020. La causa contra la ex presidente Yanine Añez parece evolucionar hacia su absolución, lo cual suma una situación de conflicto más. En Santa Cruz de la Sierra y su entorno geográfico siguen predominando las fuerzas de derecha, aunque su líder, Luis Camacho, se encuentra enjuiciado por la misma causa que Añez. En cuanto a Nicaragua, Ortega intensifica la represión con más detenciones y medidas que silencian las expresiones de la oposición, aunque no haya riesgo de protestas en las calles.

En conclusión: el electorado en las Américas da señales de giro a la derecha con el probable triunfo del candidato de Jair Bolsonaro en San Pablo, lo que podría preceder a la victoria de Trump en la elección estadounidense; el rol global de Brasil se encuentra un tanto opacado, como lo muestra la Cumbre de los BRICS que tiene lugar en Rusia, y a la cual Lula no podrá asistir por un accidente doméstico; el régimen venezolano se mantiene firme y ha realizado una fuerte purga en los mandos militares que ha significado la salida de aproximadamente treinta generales, con la intención de reforzar la lealtad de la cúpula; por último, el régimen cubano se enfrenta a una seria crisis económica, el oficialismo boliviano se enfrenta a un conflicto interno con características anárquicas, y sólo Nicaragua parece firme entre las dictaduras latinoamericanas.

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